“RUTA DE LA SEDA 2008 "
Octava Bitácora - Rusia-Mongolia
Hola a todos,
Con las visas de Mongolia y Rusia en los pasaportes, salimos de Almaty camino a la frontera. Fueron 1.600km de caminos polvorientos y llenos de huecos. Como tenemos pautado hacer los Test con los lubricantes PDV, nos quedamos en un pueblito a medio camino para buscar un taller a fin de realizar el cambio de aceite y filtro. Fue todo un acontecimiento para los que trabajan en ese taller y para los que se acercaron, el estar cerca de una camioneta con estas características. Se comentaban entre ellos algo que sonaba a “esta viene de un rally, seguro” y se reían mientras le tomaban fotos con los celulares.
Estuvimos dos dias en Semey muy cerca de la frontera, mientras esperábamos el día autorizado para poder pasar a Rusia. Ese impedimento era lo que nos frenaba de salir de esa zona, ya que nos enteramos que aquí se hicieron hasta 1990, 456 pruebas nucleares subterráneas, y que para esa época, estaba prohibido entrar y salir de esta provincia excepto con permisos especiales dados por el órgano militar encargado. Si se toma en cuenta que los residuos nucleares contenidos en la tierra o en superficies expuestas al aire, tardan al menos 50 años en bajar a niveles “menos” peligrosos para la salud, pues se puede suponer que da escalofríos permanecer mucho tiempo en esa ciudad. Y todo esto, a pesar lo dramático, nos lo cuentan unos pobladores a manera de curiosidad mientras sonríen y exhiben sus brillantes dientes recubiertos con Oro.
En el país de este personaje “Borat” la gente tiene un sentido del humor muy particular.
Nos encontramos con cuatro personas que viajan en el mismo sentido nuestro y casualmente también andan en una Mitsubishi, solo que esta es una Van 4x4 Diesel, bien equipada pero no tan robusta como la nuestra. Entablamos conversación acerca de dónde veníamos y hacia dónde íbamos y en eso salió el tema de lo malo, que están los caminos. Ellos comentaban que no pasaban de 40kmH porque tenían que frenar a cada rato, a lo que le respondí que nosotros íbamos todo el tiempo a 90kmH. Cuando el que maneja, que de paso es guía experimentado, me pregunto que cómo hacia para andar tan rápido con los caminos tan malos y con tantos huecos, le conteste que no frenaba si no que, les pasaba por encima. Él se me quedo mirando con media sonrisa creyendo que le estaba hablando en broma.
Este grupo de personas es curioso. Una señora, de nombre Bonnie, que vive en Canadá, con un espíritu aventurero envidiable, contrató a dos guías y a un fotógrafo para que la llevaran desde Almaty hasta Ulaanbaatar. Uno de los guías y el fotógrafo son de Kazajstán y el otro es oriundo de Mongolia. Dado que ellos tenían fecha de ingreso a Rusia, un día antes que nosotros, pactamos encontrarnos cerca de la frontera para pasar juntos a Mongolia el 01 de Oct. Cuando llegamos a la frontera rusa temíamos un proceso largo y tedioso, y nos sucedió todo lo contrario, en menos de una hora estábamos listos. Bien por los rusos. El permiso de transito hasta la siguiente frontera permite tardar hasta 5 días en el país. Pero agregaron, que si queríamos evitar el tener que llegar a Barnaul, principal ciudad de este rincón del país, y tardar un día en el proceso de registro de llegada, obligatorio para los extranjeros, debíamos hacer el tránsito hacia Mongolia en máximo tres días. Con ello en mente, calcule que podríamos hacer los 1.500km en dos días y estar al amanecer del tercer día, 01 de Oct en pleno paso fronterizo y encontrarnos con el otro grupo. Me imaginaba el sur de Siberia, más despoblado e inhóspito.
Sus carreteras son excelentes, los paisajes y colores del follaje de los arboles muy propios del otoño son de fotografía. La temperatura siguió bajando hasta llegar a un nivel donde, la pantalla de la camioneta dio una alarma y encendió un aviso de Alerta de Nieve para cuando llego a los 3grds. Llegamos a eso de las 11pm al poblado que está más cerca de la frontera y la temperatura estaba en 1 grd. Le comento a Oscar, sabes qué? Va ser difícil encontrar donde quedarnos a dormir, a esta hora. Sin pensar en ello, me dejo llevar por el instinto. Me detuve cerca de unos hombres que estaban parados frente al único negocio que tenia las luces encendidas. Dos de ellos estaban borrachos y discutían entre sí, el tercero se me acerca y dice, Hello, lo saludo y le pregunto por un hotel o sitio para dormir mientras hago señas con manos y cabeza en señal de dormir. Me entiende y señala una casa cercana. Voy hasta allá y veo que todo está cerrado, solo se ven algunas luces atrás y en uno de los cuartos a nivel del piso. Toco la puerta, espero un rato mientras trato de abrigarme del viento, pero nadie contesta. Me digo a mi mismo, La Torta, si tenemos que dormir en la camioneta con este frio. Doy la vuelta a la casa y veo por una ventana que hay dos hombres hablando y gesticulando como si estuvieran discutiendo. Les toco la ventana y no escuchan debido a que es doble para aislar mejor el frio. Toco más fuerte, y entonces voltean. Les hago señas y señalo hacia la puerta, a ver si entienden. Lo hacen, y salen del cuarto. Camino de prisa para la puerta mientras albergo la esperanza de que podamos quedarnos a dormir aquí. Estoy parado debajo de lo que pudiera ser un porche, y se abre la puerta hacia mí, como se abren todas las puertas en el medio oriente (incluso las de las habitaciones) y salen afuera como si aprovecharan para tomar aire, los dos hombre que estaban en la habitación pero lo que admira es su facha, uno anda en pantalones pero con el torso desnudo y el otro anda con una franela pero en interiores, ambos descalzos. Estamos a 1grd de temperatura, y con viento. Mientras se encienden un cigarrillo, uno de ellos me habla de una manera que denota el grado etílico que circula por sus venas. Obviamente no entiendo nada de lo que dice, y creo que si entendiera ruso, tampoco lo haría. Le hago señas para decirles que quiero un lugar para dormir, que somos dos. Hace un ademan como diciendo “ha, ya entendí, no hay problema”, le habla a su compañero y ambos se quedan en el mismo sitio a la vez que parecen estar disfrutando mucho sus cigarrillos. No sé porque, pero creo que estos, no han entendido nada de lo que necesito. Vuelvo a hablar y gesticular, tratando de dar a entender que quiero una cama para dormir. En eso, sale un tercer hombre, que me mira sorprendido y creo, que les preguntó algo, a lo que le respondieron y le hicieron las mismas señas que yo había hecho. Este hombre, que por cierto estaba vestido, me indica que lo siga adentro. Apenas entro siento un calorcito que viene de un fogón a leña. Me señala que los cuartos están todos ocupados y que solo le queda una cama libre. Le hago señas de que somos dos. Entonces, saco un colchón de un rincón y lo puso en el suelo, mientras me miraba con aire de “ahí tienes la otra cama”. Yo ya me sentía feliz por el solo hecho de que teníamos donde dormir y además, calienticos. Entonces le “digo” que si me puede abrir el portón para meter la camioneta, asiente y lo sigo afuera. Cuál es mi sorpresa cuando al meter la Mitsubishi en el patio interno, veo estacionada la camioneta del grupo de Bonnie. Sin haberlo planeado, habíamos llegado al mismo sitio. Cosas del destino. A la mañana siguiente todo amaneció con escarcha y las montañas con algunas partes nevadas. Nunca me pude imaginar que iríamos a tocar nieve, en esta expedición. Seguimos con suerte en las fronteras. Tanto el lado ruso como el de Mongolia fueron muy rápidos, y en el último paso además fueron bastante amigables. El panorama cambió tan drásticamente como si la línea divisoria lo determinara a propósito. Los paisajes son impresionantes. También cambio mucho el camino, adiós asfalto, hola tierra. A lo mejor lo extrañaré mas adelante, pero ahora prefiero este “ambiente” natural. Rodamos unos 350km hasta el siguiente pueblo. Timnunji, el guía mongol, que habla bien ingles, tiene familia en un sitio cercano y nos ha invitado a que nos quedemos con ellos en su casa, un Yurk. El camino de montaña por el cual pasamos para llegar a donde viven, es de difícil acceso pero de una belleza apabullante. Al llegar al Yurk, veo con asombro que tienen varias águilas. Entonces me explican que en este sitio se usan las águilas para cazar. Como hacen para domesticarlas, le pregunto. Me cuenta que, los cazadores se van al tope de las montañas en busca de nidos de águila y las atrapan recién nacidas. Las traen a casa y las amarran por una pata a un palo. Primero dejan que pasen unas semanas sin comida, y cuando ven que ya casi no se tiene en pie, poco a poco comienzan a alimentarla con carne. De esa forma nace el sentido de “Él, es el Amo” en el águila. Las mantiene con los ojos tapados para tranquilizarlas. Cuando ya tienen varios meses con ella, de pronto dejan de alimentarla por una semana y entonces la llevan a su primera cacería. Se monta a caballo con el águila agarrada con sus inmensas garras a un grueso guante de cuero, y se van a donde existan animales que cazar. Cuando el cazador vea la presa a lo lejos, le saca el gorro que le tapa los ojos mientras le dice “Ve y agárralo” en un grito practicado desde hace siglos por sus antepasados. El águila no tarda casi en ubicar, volar y apresar a la presa. La tiene inmóvil hasta que llega el amo. Después como premio, recibe una parte de la cacería. Todo esto que les escribo me lo contaron la noche en que llegamos, mientras bebía té con leche de chivo.
Me digo, esto es digno de irnos a dormir mientras le agradecemos a Dios por esta invaluable oportunidad de compartir con esta gente tan humilde y a la vez tan sabia. Estuvimos dos días allí, alejados de la civilización y sin poder comunicarnos con nadie, y menos, enviarles esta bitácora. La estoy enviando desde una ciudad a 240km de distancia, pero ellos seguirán siempre cerca, en mi mente. Desde aquí a Ulaanbaatar son 1.700km, esperemos que existan sitios con internet antes de llegar a ella.
La camioneta se ha portado de manera inmejorable. Mientras estuvimos con los “Cazadores de Águila”, compartimos caminos con unos vehículos rusos, y a los dueños se les salía la “Baba” al ver como la Mitsubishi sorteaba los obstáculos sin ninguna dificultad.
Leer los mensajes que ustedes nos envían, es para nosotros como un bálsamo para el alma. Nos reconforta y nos da ánimos de seguir adelante. Les agradecemos de corazón a todos. A quienes conocemos y quienes, aún no. A los viejos amigos, siempre consecuentes con nosotros. A esos amigos que a pesar de la distancia mantienen un cariño que es compartido. A todos los que “Viven” con nosotros esta aventura, que la vida nos deparó, para nuestra dicha.
Para que esta expedición se pudiera convertir en una realidad, debimos solicitar apoyo a varias empresas e instituciones, y por ello queremos agradecer a Mitsubishi Venezuela, a PDV Lubricantes, a Computadores Lenovo, al Ministerio del Poder Popular para el Deporte y el IND, a Goodyear de Venezuela y de Turquía, a TuCarro.com, a Carpas Anaconda, a T J Publicidad, a Globalstar con su emisor de señal satelital Spot, a cruiserheads.com, a orcbolivia.com, a 4x4on-line.com, a aventurismo4x4.com, a Fox Sports, a Ruta`s 4wd.
